el conocimiento da de las cosas el más riguroso
contorno......................................W.B.
A Nicolás
y estamos, aquí, reunidos
... bajo un sol implacable
... un mediodía de otoño
distintas personas que conocimos de vos
... imágenes parciales
........ huidizas;
el vientre que te trajo al mundo
y la semilla que lo fecundó
sentados, ahora, sobre un pasto más verde que el desespero
... regándolo con lágrimas amargas.
Estamos, ahora, reunidos
los últimos que te vieron, ayer, vivo
y los que guardamos de vos recuerdos lejanos,
... hermanados.
Todos nuestros juegos infantiles quedaron
en el agujero que es ahora mi cerebro
condensados en una tarde única e interminable;
y una ternura enorme como el Mar Dulce
—el último recuerdo que tengo de vos—
es lo primero que emergió del pasado cuando sonó,
traidor, en mi casa,
doce horas atrás, el teléfono.
Estoy, un mes más tarde, en la oscuridad de mi cama
y el sueño no viene.
Del fondo apelmazado de recuerdos resurge una cara:
la del hombre que amé durante nueve años,
descompuesta de dolor, cuando lo encontré,
en la plaza, bajo el sol primaveral,
diez años atrás, una hora después de que el teléfono
sonara en mi casa.
Todo lo que viví después, me parece ahora,
deriva de esa tarde, pero entonces no lo sabía.
O quizás, ahora, esa tarde
condensa tantas cosas que viví
y que hicieron que esté, hoy,
en mi cama, sola, que haya hablado,
hoy, con quienes hablé, y haya dicho lo que dije.
Energía entregada al fluir de la vida
que nos devuelve, a cambio, una mancha
borrosa, cúmulo difuso de sensaciones
que cuanto más nos esforzamos por entender
más se desenfoca.
Si alguna vez un bisturí me hubiera tajeado
mi cuerpo guardaría en algún lugar
un costurón inamovible.
Siglos, en cambio, de cansancio
acumulo, cicatrices intangibles
que se esconden por años
para reaparecer, impunes,
en la oscuridad de la noche
.................. en el silencio ensordecedor.
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