Estoy suspendida en un espacio
extenso como la piel
e ilimitado como el mar
tan quieta
semivigilante
que no escucho ni siquiera
mi propia respiración.
............................ No advierto
en la calma a mi alrededor
............................ movimiento alguno:
..................................................... no hay parpadeos
no hay suspiros
............................ no hay viento
ni objeto alguno que pueda ser movido por él.
Estoy
en esta quietud
anhelando la paz de una mirada
como anhela el marinero volver a su hogar
la gaviota volver a su nido
y el viajero que atraviesa
.............................. tierra
........................... cielos
................... e infiernos
reencontrar a su amada.
Así anhelo yo una mirada
.................... que me restituya al mundo de lo vivo
................ un contacto que, como un bálsamo,
apacigüe esta quietud doliente.
Lombrices
Hace 9 años
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